Recetas

Receta de helado de nectarinas
 
Cómo se elabora
Abrimos la vaina de vainilla con un cuchillo afilado y la hervimos 5 minutos a fuego suave, destapada, con el agua y el azúcar. Sacamos la vaina de vainilla, raspamos la pulpa y añadimos al almíbar.

Añadimos la miel y mezclamos hasta que la miel se haya disuelto. Dejamos enfriar. Escaldamos las nectarinas en agua hirviendo y las pelamos con un cuchillo fino. Separamos la pulpa de los huesos y cortamos en pedazos.

 Ponemos los pedazos de fruta, el zumo de limón, la mezcla anterior y la nata en un barreño y batimos con la batidora hasta que quede homogéneo. Vertemos la masa en un recipiente y congelamos durante 5-6 horas a -18 ºC. Removemos cada 30 minutos para que no se formen cristales de hielo y obtener un helado cremoso




Platos ingeniosos con verduras en conserva

Las conservas vegetales no son sinónimo de platos sosos o aburridos ya que con ellas se pueden preparar recetas muy vistosas y sabrosas, además de ahorrar tiempo en la cocina

Los botes de verduras siempre nos salvan en la cocina. Basta con abrir, aliñar y servir. Pero se puede ser un poco más creativo sin mucho esfuerzo. Y es que utilizar conservas vegetales no debe ser sinónimo de recetas poco elaboradas o solo aptas para personas que no saben cocinar.
 
Las conservas son de gran ayuda en la cocina, pues permiten saltarse algunos pasos previos -como la limpieza, troceado y el primer cocinado de la verdura- y agilizar la elaboración. Esto resulta muy útil para cuando se tiene prisa o no se encuentran verduras de temporada.
 
Pero ¿qué platos ingeniosos, diferentes, se pueden hacer con las verduras en conserva? Una menestra, una focaccia o un wok de verduras y arroz son algunos ejemplos de recetas sencillas, pero más elaboradas, que se pueden preparar a partir de unas conservas.

Cuatroplatos deliciosos con verduras en conserva

No hay excusas para comer sano y bien. Ni siquiera cuando no se tienen ganas ni tiempo de pasar mucho tiempo en la cocina. Hacer comida rápida y saludable es posible, sobre todo, si se cuenta en la despensa con las conservas apropiadas. Con un poco de gusto, algunos conocimientos culinarios y la ayuda de las conservas vegetales se pueden elaborar un gran número de ricas recetas de una manera sencilla y con unos resultados insospechados.
 
 Los siguientes son algunos ejemplos:

1. Menestra rápida.
 
Si se puede elegir, es mejor utilizar por separado los botes de conservas (zanahorias, brécol, guisantes, alcachofas y patatas) que los que traen los vegetales ya mezclados, ya que suelen estar un poco más aplastados. Empezamos por escurrir las verduras de la conserva.
 
En una sartén o cazuela baja y amplia realizamos un refrito con unas cucharadas de aceite de oliva y cebolla bien picada. Antes de que la cebolla coja color, agregamos las verduras, rehogamos con cuidado y vertemos un poco de agua, sin que llegue a cubrir las verduras. Tapamos y dejamos que hiervan durante dos o tres minutos, añadimos unos taquitos de jamón pasados por la sartén para que den el último hervor, y probamos para poner el punto de sal (que casi seguro no hará falta).
 
Si queremos darle un toque picante a la menestra, agregamos una pizca de pimienta cayena en el refrito o un poco de pimentón picante, justo antes de agregar las verduras.

2. Wok de arroz y verduras.
 
 

Tan solo necesitamos un bote de arroz precocido, unos tallos de palmitos, champiñones en conserva, unas gotas de salsa de soja y unos brotes de soja. Con estos ingredientes tendremos un salteado tan apetecible como rápido de hacer.
 
¿Cómo? Es muy fácil. En un wok o sartén amplia salteamos los champiñones con los tallos de palmito troceados. Cuando cojan calor, agregamos el arroz precocido, un toque de salsa de soja para dar sabor y los brotes de soja escurridos de la conserva. Damos una última vuelta a los ingredientes en el wok para unificar los sabores, y listo. En menos de cinco minutos tendremos un plato único y exótico.

3. Judias verdes con patatas y zanahoria.
 
Los clásicos nunca pasan de moda, y esta máxima se aplica a este plato. Escurrimos las conservas y juntamos unas vainas planas con las patatas (partidas por la mitad) y las zanahorias (cortadas en trocitos). Añadimos un poco de agua para unificar los tres sabores y dejamos que hiervan juntas durante dos minutos.
 
En una sartén freímos un diente de ajo pelado y en láminas con cuatro cucharadas de aceite de oliva. Cuando empiece a tomar color, sacamos la sartén del fuego, agregamos una cucharada de pimentón dulce y, antes de que se pueda quemar por el calor, vertemos el refrito sobre las vainas con patata y zanahoria. Hervimos todo durante un minuto, probamos el punto de sal, y ya tenemos preparado para comer un clásico de todas las mesas.

4. Focaccia, empanada o pizza vegetal.
 
No tienen ninguna dificultad. Horneamos ligeramente una plancha descongelada de masa de pizza o de empanada y troceamos en cuatro rectángulos. A continuación, salteamos con aceite de oliva unos champiñones y pimientos escurridos de su conserva con un poco de ajo seco. Cuando comiencen a cocinarse, agregamos unas tiras de pechuga de pollo y ponemos a punto de sal.
 
Colocamos estos ingredientes sobre la masa y adornamos con unos trocitos deremolacha rallada (escurrida de la conserva) y con maíz (también escurrido). Espolvoreamos con queso rallado y volvemos a introducir al horno, bien sea haciendo una pizza, una focaccia o una empanada. ¡Deliciosas!
 
 

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